relato

Un otoño en abril

Un otoño en abril

Todo empezó para mí una noche del mes de abril, no importa el día. La luna llena iluminaba nuestras almas desnudas. Mi respiración con fuerza y entusiasmo le descubrió, mientras las estrellas danzaban una coreografía al ritmo de nuestros latidos. Él estaba a mi lado, a unos metros más allá, no me atrevía a decirle…

Habitación 402

Habitación 402

Igor salía de la puerta de la habitación 402. Era la suite más lujosa del Hotel Continental de Estocolmo. La semana anterior había pedido con todo lujo de detalles a la organización del torneo de ajedrez cómo tenía que ser su habitación: en la última planta, sin vecinos en toda la planta ni en la…

Excusas

Excusas

─Y, y… y entonces me cogió la mochila y empezó a mordiscar…─Mordisquear ─le corrigió el profesor.─¡Eso, mordisquear! Todas las hojas y, y… los apuntes y, y…─Y, déjame adivinar ─le interrumpió el profesor─, los deberes ─añadió con desgana.─¡Sí! ─se apresuró a contestar Daniel.Toda la clase estalló en una risa.─Sí, Daniel, y cada día una historia nueva….

Travesuras

Travesuras

Un calambre me sacudió bruscamente, haciendo que cayera de espaldas. El estómago me ardió.             Mi hermana se inclinó hacia mí, mirándome con sus ojos grandes y vidriosos  Yo aun cagada de confusión respondí Allí en el suelo tumbada, sintiendo rayitos en los deditos de las manos, no comprendedía como algo que no se veía,…

Remiendo

Remiendo

Fue ella.Cuando más creí ser yo quién estaba cuidándola, fue ella la que me salvó. Cual hábil costurera, primero atacó dando grandes puntadas a mi corazón roto, para después hilvanar suavemente y rematar las cicatrices con hábiles pespuntes. Ni siquiera recuerdo en qué momento se me ocurrió la locura de apuntarme al grupo de espeleo….

El vaivén

El vaivén

1Sentada en el porche de la casa, la mecedora cruje con ritmo cansado. Ella mira las nubes subir y bajar al compás del vaivén y el sol cae en algún lugar de Ohio, en el Medio Oeste; a lo lejos, se ennegrecen los campos de trigo, los huertos y las montañas.Es una tarde fría, detiene…

Que me encuentren

Que me encuentren

Shira estaba preparada para cualquier misión. Fría como el metal a base de años de entrenamiento. Su única debilidad era el sexo.Su Sexmachine se había estropeado. Eso la deprimió un tanto. Nadie como aquella máquina supo proporcionarle el placer físico y mental que ella deseaba. Sus morreos y abrazos apasionados fueron mejores que los de…

El gallo de la felicidad

El gallo de la felicidad

Amaneció. El cielo plagado de golondrinas danzando al compás de su alegre trisar. Apenas unas nubes blancas de formas definidas. Respiré aire con aroma a tierra. Cientos de flores con todos los colores del arco iris se abrieron en mi jardín. Mi cuerpo se estremeció. Salí de casa caminando como si tuviera alas. Las calles…